El productor de cine David V. Picker dice que:
A veces es mejor tener suerte que tener inteligencia.
«Un casino está lleno de juegos de azar. Uno de los juegos más famosos es el Blackjack.
La idea detrás de este juego es que hay cartas altas (10, J, Q, K y A) y cartas bajas (2,3,4,5). Si el jugador obtiene 21 puntos o un número más alto que el crupier del casino, gana el juego.
Un grupo de estudiantes del MIT (Massachusetts Institute of Technology) en Harvard, decidió estudiar el juego y encontraron un patrón matemático.
Usaron esa técnica para vencer a los casinos.
Para lograrlo practicaron después de clases. Muchos de ellos debían trabajar para pagar la colegiatura, y aun así encontraron tiempo para practicar el juego.
Ahorraron durante meses para poder tener dinero para apostar. Algunos tuvieron que trabajar doble turno, durmiendo solo 4 horas y dividiendo las otras 20 horas del día en estudio (en una de las universidades más difíciles del mundo), trabajo y práctica del Blackjack.
Luego de meses de este duro trabajo se fueron a Atlantic City para apostarlo todo.
Cuando pusieron su técnica en acción lograron vencer al casino, logrando un retorno del 250% de su inversión inicial.
Cada uno de ellos apostó $5,000. Cuando regresaron a su ciudad tenían $12,500 cada uno.
Este es un grupo selecto de seres humanos que decidió trabajar inteligentemente para vencer a la suerte.
Usaron los recursos que tenían, matemáticas y ahorro de sus sueldos básicos, para vencer a los casinos.
Escribir no es solo escribir. Es tener suerte.
La necesitas para que la persona correcta lea tu libro o para ganar un concurso.
Pero si no usas tu inteligencia para vencer a la suerte serás como el 99% de escritores, que solo va al casino y espera que por un rayo divino, las cartas salgan a su favor.
Tal vez es mejor que seas como el 1% y empieces a usar tu inteligencia para descifrar como funciona el mundo editorial, el marketing y el juego de influencias en el mundo de los libros.