El director de cine y teatro Elia Kazan una vez afirmó que la clave para encontrar la visión del director en una obra de teatro o guion de cine es hallar su «estilo y premisa (columna vertebral)».

En este post, exploraremos estos conceptos y veremos cómo los directores pueden dar vida a un guión encontrando su visión única.

Según Kazan, el primer paso en el proceso creativo del director es descubrir el núcleo de una obra de teatro o guion de cine. Este núcleo no es solo el argumento principal, sino la esencia de la obra, su mensaje subyacente y sus temas centrales. Encontrar este núcleo es esencial para establecer la visión del director y el tono de la producción.

Para Kazan, encontrar el núcleo requiere que el director se reconecte con la obra y la reformule en sus propios términos. Esto implica imaginar cómo crearía él mismo la obra y qué aspectos le gustaría destacar. Al hacerlo, el director puede encontrar su propia respuesta artística al guión y hacerlo propio.

El estilo es otro aspecto fundamental que el director debe tener en cuenta. Se refiere a la estética, la atmósfera y el lenguaje visual de una producción. La elección del estilo del director depende de su comprensión del núcleo de la obra y de su respuesta artística al guión.

Un estilo sólido y coherente puede elevar una producción, creando una experiencia cohesiva e inmersiva para el público. También puede enfatizar los temas de la obra y el paisaje emocional, reforzando aún más la visión del director.

La premisa de una obra es una frase que resume su esencia en términos sencillos. Esta frase debe capturar la acción central, el movimiento y la progresión que ocurre en el escenario. También debe transmitir el estado de ánimo, el color y el paisaje emocional de la obra, proporcionando una dirección clara para el director.

Para encontrar la premisa, el director debe estudiar detenidamente el guión, identificando los momentos clave, las motivaciones de los personajes y los temas generales. Al destilar estos elementos en una sola frase, el director puede crear un principio rector que informará todas sus elecciones a lo largo del proceso de producción.

Veamos algunos ejemplos de cómo los directores han identificado la premisa de diferentes obras de teatro:

1. Romeo y Julieta de William Shakespeare: El director podría identificar momentos clave como el primer encuentro de los amantes, su matrimonio secreto y sus trágicas muertes. También podrían examinar las motivaciones de personajes como las familias enemistadas y el fray Lorenzo, bien intencionado pero equivocado. La espina dorsal de esta obra de teatro podría ser «el poder del amor para desafiar el destino y las limitaciones sociales». Esto informaría las elecciones del director en términos de puesta en escena, ritmo y desarrollo del personaje. Ten en cuenta que otro director puede elegir una espina dorsal distinta y eso es precisamente lo que caracteriza y diferencia a un director de otro.
2. El crisol de Arthur Miller: En esta obra, el director tendría que estudiar detenidamente el guión para comprender las motivaciones y conflictos de los personajes, así como los temas generales de la intolerancia, la justicia y la verdad. La columna vertebral de esta obra podría ser «la lucha por la verdad y la justicia en medio de la intolerancia». Esto guiaría las decisiones del director en cuanto a la selección de un estilo apropiado, la interpretación de los personajes y la dirección de los actores.

3. Ciudadano Kane de Orson Welles: La espina dorsal de este guion podría ser «la búsqueda de la verdad detrás de la vida de un magnate de la prensa». El director tendría que examinar cuidadosamente el guión para identificar los momentos clave y los temas subyacentes, y luego elegir un estilo que apoye la visión de la obra. Si conoces esta película te vas a dar cuenta por qué Orson Welles eligió contarla en desorden, como si el espectador estuviera descubriendo la verdad en tiempo real, junto a los personajes.

Una vez que el director ha descubierto su visión única de la obra de teatro o guion de cine, su siguiente tarea es dar vida al guión en el escenario. Esto requiere una comprensión profunda del guión y una capacidad para guiar a los actores en la creación de personajes creíbles y auténticos.

El director también debe trabajar en estrecha colaboración con los diseñadores y técnicos para crear un entorno visual y sonoro que apoye su visión de la obra. Esto incluye la selección de escenarios, vestuario, iluminación y sonido.

Para encontrar la visión del director única de una obra, un director debe descubrir su estilo y premisa. Esto requiere una comprensión profunda del guión y una respuesta artística personal al mismo. Al identificar la columna vertebral, el director puede guiar a su equipo en la creación de una producción cohesiva y auténtica que refleje su visión única de la obra de teatro o película.