La forma más fácil de entender que es un tropo en cine, es entendiendo el significado de Cliché.
Un cliché es cuando un tropo se degenera al punto de que se vuelve un lugar común. Algo que es fácilmente reconocible por la audiencia, que ya no genera sorpresa y que incuso es usado como burla por los espectadores.
El género que utiliza más clichés es el terror, seguido por el género de acción.
Cuando en una película de terror escuchas una música intensa y aguda, justo antes de que se aparezca un monstruo, sabes que estás en presencia de un cliché.
Lo mismo en una película de acción cuando los cortes del montaje empiezan a durar menos de un segundo y la cámara no para de agitarse.
El cliché es la reutilización obsesiva de un tropo. Algo que alguna vez funciona para transmitir una idea o una emoción y ahora solo es la copia deforme de ese tropo original. Imagina que el tropo es un lobo que vivía en las estepas hace millones de años, cazando a sus presas y sobreviviendo a fríos extremos. Si un científico decide clonar a ese lobo, millones de veces, hasta que lo único que queda es una copia irreconocible de ese lobo, que no solo ya no sabe cazar, sino que tiene problemas para respirar y que no puede soportar una temperatura menor a los 10 grados centígrados. Ese nuevo lobo, la copia número tres millones de ese lobo, es un cliché.
En el caso de la música aguda puedes rastrear el cliché hasta el tropo cinematográfico original en la película Psycho, de Alfred Hitchcock.
Luego de eso, otros directores usaron el mismo tropo, cientos de veces, hasta que se convirtió en un cliché.
Un tropo en cine es una manera original de transmitir una idea cinematográfica. Un cliché es usar el mismo tropo que ya fue usado varias veces. No tiene nada de malo usar clichés, excepto que quizás corres el peligro de caer en la parodia. Si usas una música aguda e intensa, la audiencia va a darse cuenta de que se viene el momento de la aparición repentina del monstruo.
A pesar de eso, puede ser efectivo usarlo y por eso se sigue repitiendo. Pero toma en cuanta que nada es más efectivo que crear un nuevo tropo cinematográfico.
Un ejemplo es Jaws (Spielberg, 1975). En esa película, cada vez que el tiburón se acerca, en lugar de escuchar un sonido agudo, la base del soundtrack es un sonido estridente y grave. Esa es la manera de reutilizar y transformar un tropo en cine.
No solo mantienes a la audiencia mucho más atenta, sino que inventas un nuevo tipo de símbolo. Que luego, con el paso del tiempo, se irá convirtiendo en un cliché
En términos más técnicos e intelectuales, un tropo cinematográfico comunica algo figurativo a su audiencia. Cosas simples como un objeto cargado de significado simbólico puede convertirse en un tropo en cine.
Por ejemplo, los globos en Up (Pixar, 2009). No son solo globos, son el objeto con el que Carl Fredricksen logra liberarse de su antigua vida llena de problemas y sin aventuras. Esos globos elevando la casa son una imagen que perdurará por siempre en la memoria de los espectadores.
Un tropo también puede ser una acción con significado referencial.
La idea básica de un tropo cinematográfico es que alude a algo más que el significado literal.
Están los creadores de tropos y los que logran dar nuevos significados a los tropos. Los dos son artistas del cine. Por un lado, está John Huston con su halcón Maltés, un tropo cargado de simbolismo, que se puede definir con las últimas líneas de diálogo del protagonista Sam Spade: “Is the stuff the dreams are made off”.
Por el lado de los que rehúsan los tropos, transformándolos está Quentin Tarantino con su uso del baile de Ocho y medio de Fellini en Pulp fiction, o Robert Rodríguez con su recreación del clásico tropo del Mexican Stand-Off de los Westerns.
La diferencia entre revitalizar un tropo o transformarlo en un cliché es mínima. Solo depende de tu destreza, práctica del arte del cine y el buen gusto. Todas esas tres se pueden practicar. Solo debes seguir produciendo imágenes, haciendo cortos y escribiendo películas para poder afinarlas.
Y por último, la mejor manera de reutilizar clichés, para transformarlos nuevamente en tropos, se da en las comedias.
Los Simpson son un claro ejemplo de esto. En los mejores episodios de la serie, usan clichés de todo tipo de películas y los reutilizan de una forma creativa para generar una exageración que termina siendo una base para el efecto de la comedia.
Un ejemplo es cuando el señor Burns recuerda su infancia y lo vemos anhelando a su peluche Bobo. Esto es una clara referencia (spoiler alert) al juguete de Charles Foster Kane, que tiene grabadas las palabras Rosebud en la película Ciudadano Kane de Orson Welles.
No te preocupes demasiado por estas reglas. Lo mejor es iniciar copiando los clichés. Si haces un corto de terror es completamente válido que uses el cliché de la música aguda. Es la única forma en la que puedes aprender a encontrar el tropo y con el tiempo, vas a lograr crear el tuyo original, que otros estudiantes de cine van a copiar.